Punto de ebullición

El punto de ebullición es la temperatura en la cual la presión de vapor de un líquido alcanza la del medio en que se encuentra, o en otras palabras, la temperatura en la cual un líquido abandona su estado y pasa al estado gaseoso (vapor).

Este punto se alcanza al inyectar calor al sistema físico del líquido, cuyas partículas se agitan más rápidamente y registran un aumento considerable de la entropía (tendencia al desorden del sistema), a medida que las partículas ubicadas cerca de la superficie rompen la tensión superficial y escapan, convertidas en vapor.

Distintas sustancias tienen distintos puntos de ebullición, ya que esto depende de la masa molecular de la sustancia y del tipo de fuerzas intermoleculares que presente: enlaces covalentes (polares o no polares) o puentes de hidrógeno, entre otros.

La rapidez con que se alcanza este punto depende, además, de factores como la presión, ya que ante mayores presiones se acelera el proceso. Por otro lado, el punto de ebullición representa un tope máximo, ya que la temperatura no puede aumentar más allá de él, dado que no habría ya más líquido que calentar.



Ejemplos de punto de ebullición

Algunos puntos de ebullición registrados y conocidos en condiciones normales de presión (1 atm) son los siguientes:

  • Agua: 100 °C
  • Helio: -268,9 °C
  • Hidrógeno: -252,8 °C
  • Calcio: 1484 °C
  • Berilio: 2471 °C
  • Silicio: 3265 °C
  • Carbono: 3825 °C
  • Boro: 4000 °C
  • Molibdeno: 4639 °C
  • Osmio: 5012 °C
  • Wolframio: 5555 °C

Fuente: 

https://concepto.de/punto-de-ebullicion/#ixzz6d4Y5WWoQ





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